Ivonne Rangel
Fotografía digital
30 cm x 45 cm
El cuerpo es nuestro primer medio de contacto con el mundo exterior. En él buscamos aquello en donde refugiarnos y en él descubrimos nuestro potencial de reacción a las señales del entorno.
Un tatuaje es una marca, una decisión de escritura sobre el cuerpo. En esta marca son múltiples los horizontes de sentido impresos en él. La ropa, los zapatos son nuestra armadura para enfrentar lo externo, nuestra posibilidad de exteriorizar alguna manera de estar en un lugar determinado, y, a la vez, es una respuesta a la lectura de la influencia de esos lugares sobre nuestras maneras de estar, no solo allí, sino en general ante el mundo.
Decisiones sobre el pelo, el maquillaje, sobre los colores y formas en la ropa, en cómo los usamos para potenciar la imagen que decidimos construir, en principo de nosotros ante el espejo y con la cual, posteriormente, salimos a navegar el mundo. Son una postura de nuestro estar, que junto a la postura corporal, nos dotan de ideas, sensaciones y certezas para movernos entre lo interno y lo externo.
¿Puede un lugar determinado impulsar mis maneras de vestir, no desde el clima, sino desde la sensación de libertad, tranquilidad o apertura que puedo llegar a experimentar allí?